QUIENES SOMOS



ESCLAVAS DE LA INMACULADA NIÑA
Provincia "Rosario Arrevillaga" 

 

El P. Federico Salvador y Ramón y la M. Rosario Arrevillaga Escalada en la ciudad de México el 23 de febrero de 1901, movidos por el Espíritu de Dios formaron en la Iglesia la familia religiosa de Esclavas de la Inmaculada Niña, que el primero de Mayo de 1963 adquiere toda su dimensión eclesial con el decreto de alabanza otorgado por su Santidad Juan XXIII. (Cfr Const 1)

M. Rosario,  nacida en México en 1863, se sintió cautivada por la Divina Infantita desde el momento mismo en que la contempló por primera vez en el convento de las monjas de San José de Gracia del D.F.; pero cuando tenía 20 años tuvo una experiencia carismática que la marcó para siempre, porque le dio a conocer cual era realmente su verdadera identidad profunda; del mismo modo que otra experiencia carismática recibida el día del Buen Pastor de 1895, marcará también definitivamente toda la  vida del P. Federico porque en ella comprendió también su identidad más íntima.

Una religiosa de las monjas concepcionistas que conocía el cariño de Rosario por la Divina Infantita le regaló una imagen de la Niña María. Al contacto con aquella imagen Rosario empezó a experimentar de modo imprevisto una sensación de  plenitud total. Desde entonces contempló todo con ojos nuevos: sus relaciones  con Dios, con los hermanos y hacia las cosas materiales habían quedado coloreadas con el matiz de la Infancia de María.
A finales del siglo XIX, el siglo de la exaltación de la razón y del predominio de la voluntad del hombre, surge un alma sencilla, candorosa, confiada como un niño en brazos de su padre o de su madre que, a imitación de María, mostraba en su  ser y actuar el más pleno sentido evangélico del deseo de Jesús de hacernos como niños.

            P. Federico, nacido en Almería en 1867, fue ordenado  sacerdote el 20 de diciembre de 1890 y, en la fiesta del Buen Pastor de 1895, siendo capellán del Convento de las monjas concepcionistas de Almería tuvo una gracia peculiar de Jesús Buen Pastor: “Tú viniste a buscarme, Pastor Santo; bajaste hasta lo ínfimo de mi pecado, y me elevaste a lo supremo de la gracia”, a partir de esta experiencia carismática el P. Federico quedó sellado para siempre con una nueva identidad espiritual: ser ante el mundo y ante la Iglesia un signo espléndido de Cristo, Siervo anonadado; del Buen Pastor que vaciado de sí mismo busca a todas las ovejas descarriadas. El anonadamiento de Cristo constituirá desde entonces su forma de ser, de relacionarse con Dios, con los hermanos y  con las cosas materiales. Así el P. Federico se definirá a sí mismo como Esclavo de la Inmaculada, ya que quiere vivir al servicio de la Palabra como esclavo anonadado a imitación de María, la Esclava del Señor.
Rosario y Federico vivirán esa nueva identidad recibida, cada uno por su lado hasta que en 1900 se conocieron en México, donde el P. Federico atendía la Iglesia de San Felipe de Jesús como Operario Diocesano. Rosario lo eligió como Director Espiritual y a partir de ahí fueron descubriendo que lo que Dios quería de ellos era que formaran en la Iglesia una Congregación Religiosa dedicada al culto de la Divina Infantita y que sirviera de forma desinteresada a la niñez abandonada, deseo que se realiza, como ya hemos dicho el 23 de febrero de 1901.
Así fue como surgieron las Esclavas de la Inmaculada Niña cuya misión es


 “revivir en la Iglesia el anonadamiento de Cristo, a través de la imitación de María en el misterio de su Infancia, buscando en todo la mayor gloria de Dios; y trabajar en la extensión del reino de Dios mediante la evangelización y educación cristiana, dedicándonos especialmente a la niñez y juventud, prefiriendo a los más necesitados moral, intelectual y materialmente en cualquier lugar donde la Iglesia nos llame empleando los medios más oportunos y eficaces, en actitudes de adaptación permanente a las necesidades de las personas, de los lugares y de los tiempos”. (C.P. “Objetivo Fundacional”)


            Desde el día de la Fundación en 1901 la Divina Providencia fue guiando  la Esclavitud y haciendo que ésta se extendiera para atender a la niñez desvalida, pronto se fundaron otros asilos en México y se edificó el Templo a la Divina Infantita.
Cuando los Fundadores crearon los primeros Asilos, no pensaron únicamente en aliviar las necesidades más inmediatas de alimentación de las niñas y niños abandonados, sino en proporcionarles una formación humana y religiosa completa que los capacitara para ser hombres y mujeres, que pudieran afrontar por sí mismos cualquier situación que se les presentase en la vida. En todos los asilos funcionaban escuelas en las que se impartía la instrucción elemental, garantizada por los exámenes que ratificaban los inspectores estatales. Las profesoras que impartían las clases tenían el título oficial de Maestras, unas eran Esclavas y otras seglares contratadas y retribuidas por la Congregación. La formación que se les impartía no se limitaba a lo estrictamente exigido por los programas educativos oficiales, sino que iba mucho más allá; no solo se daba una importancia máxima a la enseñanza de religión o moral cristiana sino que abarcaba otros aspectos como la música y las bellas artes. 


MISIÓN Y VISIÓN
La misión representa en nuestro Proyecto Educativo 2015-2017, el compromiso que hoy asumimos como respuesta a una historia de la Congregación; manifiesta la riqueza de un legado y la experiencia que como educadoras, caracteriza nuestro trabajo en las instituciones educativas.

MISIÓN:
Formamos integralmente a nuestros alumnos en su saber, saber ser y saber hacer para que sean constructores de una nueva sociedad abierta a la trascendencia.
Misión que alimentará el camino a recorrer los próximos años y con ello, fijar nuevos propósitos que dan forma a la Visión

VISIÓN:
Ser una comunidad Educativa que vive los valores de generosidad, respeto, solidaridad y vivencia cristiana, proyectándose como hombres y mujeres competitivos e innovadores.

VALORES INSTITUCIONALES
El Carisma Congregacional para hacerse vida en una experiencia educativa, debe traducir los valores que proyectan el espíritu de los fundadores.
Valores que al describir la orientación de un estilo educativo que deseamos promover en nuestros alumnos, maestros, directivos, padres de familia y personal administrativo y de apoyo; se convierten en un marco de referencia para el proyecto educativo 2015-2018
AMOR.
“El que sabe amar sabe respetar“.(Madre Rosario Arrevillaga)
Educamos en el amor para un servicio y entrega generosa
Promueve:
- Respetar  la vida y derechos humanos
- Fomentar el cuidado de la salud y del medio ambiente
- Servir a los demás como donación de sí mismo.

HUMILDAD.
“El humilde se dobla, reconoce en Dios al dador de cuanto posee…” (Madre Rosario Arrevillaga).
Educamos en la humildad para vivir en libertad
Promueve:
- Conocer su realidad personal
- Saber confiar en Dios y en sí mismo
- Valorar las propias potencialidades como Don de Dios.
- Aceptar la diversidad de capacidades de los demás.
- Valorar que sus capacidades tienen sentido en relación con los otros.

OBEDIENCIA.
”La obediencia hace presente de modo particular la obediencia de Cristo al Padre” (Padre Federico Salvador)
Educamos en la obediencia para promover una actitud responsable de colaboración y participación a partir de seguir normas, indicaciones y reglas.
Promueve:
- Suscitar actitudes de colaboración y participación.
- Formar en el respeto para una mejor convivencia.
- Educar en la claridad de sus obligaciones y deberes.

SENCILLEZ.
“Es necesario hijas mías ser sencillas, porque tenemos que hacernos niños y ¿cómo es el espíritu de un niño? Muy sencillo, muy fácil de convencerlo con cualquier cosa”. (Madre Rosario Arrevillaga).
Educamos en la sencillez para ser transparentes y espontáneos.
Promueve:
- Valorar y aceptar a los demás como son.
- Combatir en sí mismos el egoísmo y la hipocresía.
- Vivir coherentemente en la vida diaria.

ALEGRIA.
“La verdadera alegría consiste, en vencerse a sí mismo y en sonreír en medio de los mayores sacrificios”(Madre Rosario Arrevillaga).
Educamos en la alegría que se expresa en la espontaneidad y la capacidad de asombro de quien se experimenta plenamente amado por Dios.
Promueve:
- Formar en la alegría de vivir.
- Educar en la alegría de compartir con otros.
- Suscitar la alegría que genera paz y armonía interior.
- Valorar y reconocer las cosas sencillas de la vida.

GENEROSIDAD.
“Tengan desprendimiento, pero no únicamente de las cosas materiales, eso no, sino un desprendimiento generoso de sí mismas, de sus gustos, de los consuelos, de las contemplaciones” (Madre Rosario Arrevillaga).
Formamos en la generosidad desde la conciencia de la entrega de sí mismo.
Promueve:
-                     Sensibilizar en el  compartir  con  quien más lo necesita.
-                     Disponer de las propias cualidades y habilidades  para el servicio de los demás
-                     Realizar proyectos comunitarios con diversidad de carismas personales

SOLIDARIDAD.
“Quien tiene caridad con el prójimo, posee el verdadero amor de Dios  de manera que para sentir incendiado nuestro corazón en ese fuego del amor divino, necesitamos que nuestras acciones demuestren que somos caritativas, que tenemos misericordia de nuestros prójimos”(Madre Rosario Arrevillaga).
Formamos en la solidaridad para crear una sociedad más justa y fraterna.

Promueve:
- Educar para la justicia, la paz y la equidad.
- Asumir la interculturalidad como riqueza y forma de convivencia en la diversidad social, étnica y lingüística.
- Crear conciencia sobre la realidad social  y contribuir a una vida de calidad.

SERVICIO.
“Aprende a servir a todos como quien sirve a Dios…” (Padre Federico Salvador)
Educamos en el servicio para un compromiso solidario.
Promueve:
- Formar la conciencia de dar.
- Atender al que más necesita.
- Ser generoso.
- Trabajar en equipo.
- Aceptar el trabajar en proyectos.
- Liderar proyectos comunitarios.

UNIDAD (INTEGRIDAD).
“No tengo más deseo que el de verlas a todas muy unidas, tratándose con mucha misericordia, disculpándose siempre sus defectos, perdonando con toda generosidad, tratando a las niñas con dulzura” (Madre Rosario Arrevillaga).
Educamos en la unidad que contrarresta el egoísmo y busca conseguir el bien común.
Promueve:
- Formar en la unidad para una integración humana.
- Educar en la integridad para contribuir al bien común.
- Formar en actitudes de comprensión y amabilidad para la convivencia.
- Favorecer el respeto y aceptación de la diversidad.
- Favorecer la convivencia y el trabajo en equipo.

FAMILIA.
Entiendan que cada niño es una generación y que los sentimientos que a ellos se les inculquen hoy, será lo que ellos mañana inculcarán a sus hijos y esos hijos a otros hijos así se formaran las generaciones....”(Madre Rosario Arrevillaga).
Formamos en el valor de la familia en donde cada uno busca el bienestar, desarrollo y felicidad de todos sus miembros.
Promueve:
- Educar en la pertenencia e identidad a una familia.
- Formar en la responsabilidad de cada miembro de la familia.
- Cultivar la disponibilidad al diálogo y a la convivencia.

FIRMEZA.
“Han de tener energía y energía dulce, no dureza eso no porque con la dureza no se conseguirá nada” (Madre Rosario Arrevillaga).
Educamos en el amor y la firmeza para ser hombres y mujeres seguros conscientes de sí mismos.
Promueve:
- Respetar la dignidad de la persona
- Elevar la autoestima
- Tomar decisiones.

SACRIFICIO.
“El que mata sus gustos y vive del sufrir muere en el gozar“(Padre Federico Salvador).
Educamos en el sacrificio ejercitando constantemente la voluntad.
Promueve:
- Formar la personalidad y el carácter.
- Fortalecer hábitos y disciplina personal.
- Educar cuerpo, inteligencia, corazón y voluntad.

3 comentarios:

  1. https://elalminardemelilla.com/2016/11/01/madre-manuela-catano-flores/

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  2. En donde me darían informes para ver si ay lugar para mi hijo

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  3. 55 55730231 Ese es el teléfono del colegio.

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